Los diseñadores latinos en Nueva York luchan incansablemente por sobresalir en un mercado altamente competitivo. Yo, en lo personal, siempre he sido fan de la moda latina (ojo: Bien hecha, con propuesta y aterrizada). Es por ello que cuando conocí el trabajo del americano de origen colombiano Brian Reyes, quedé muy sorprendido.
De personalidad ultra carismática y con una misteriosa sonrisa, Reyes sabe que para crecer en el mundo de la moda hay que dar pasos cortos, pero muy firmes.
Sus colecciones no sólo son brillantes, con vestidos de estructura arquitectónica y gran propuesta, sino que están dirigidas a un mercado que sabe apreciar la moda. Una de mis gurús y principal informante de la escena en Nueva York me dijo que este año Brian había dado un gran paso, que consiste en dejar de ser conocido únicamente por la gente de moda y acercarse a ser un diseñador que la gente que compra ropa conoce.
Estoy muy orgulloso de él, no sólo porque lo considero mi amigo, sino porque sé que en un futuro –muy cercano- será tan relevante como lo es Oscar de la Renta.
De personalidad ultra carismática y con una misteriosa sonrisa, Reyes sabe que para crecer en el mundo de la moda hay que dar pasos cortos, pero muy firmes.
Sus colecciones no sólo son brillantes, con vestidos de estructura arquitectónica y gran propuesta, sino que están dirigidas a un mercado que sabe apreciar la moda. Una de mis gurús y principal informante de la escena en Nueva York me dijo que este año Brian había dado un gran paso, que consiste en dejar de ser conocido únicamente por la gente de moda y acercarse a ser un diseñador que la gente que compra ropa conoce.
Estoy muy orgulloso de él, no sólo porque lo considero mi amigo, sino porque sé que en un futuro –muy cercano- será tan relevante como lo es Oscar de la Renta.
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